Andalucismo
El andalucismo es un movimiento que promueve y exalta los valores únicos y distintivos de la identidad histórica de Andalucía, incluyendo sus tradiciones, cultura y lengua.
El andalucismo tuvo sus primeras manifestaciones como un movimiento cultural a finales del siglo XIX. Durante el Sexenio Democrático, un grupo de intelectuales krausistas, entre los que se encontraban Antonio Machado y Núñez, Antonio Machado Álvarez, Federico de Castro y Joaquín Guichot, comenzó a reconocer las características culturales distintivas de Andalucía y a explorar en profundidad diversas expresiones de su identidad cultural. Sin embargo, a principios del siglo XX, este movimiento evolucionó rápidamente hacia un proyecto político, impulsado principalmente por la figura de Blas Infante[1].
Historia
Orígenes del andalucismo
El andalucismo surgió en el siglo XIX, desarrollándose en torno a dos corrientes principales que interpretaron el hecho nacional andaluz desde perspectivas culturales y políticas.
El andalucismo cultural emergió durante el Sexenio Democrático. Un grupo de intelectuales y folkloristas, muchos de ellos influenciados por el krausismo, comenzaron a explorar y destacar las particularidades culturales de Andalucía. Este grupo incluía a figuras prominentes como Antonio Machado y Núñez, Antonio Machado Álvarez, Federico de Castro y Joaquín Guichot. Estos pensadores se dedicaron a profundizar en diversas expresiones de la identidad cultural andaluza, sentando las bases para una conciencia territorial más definida.
La vertiente política del andalucismo se gestó en el contexto del movimiento republicano federalista. Esta corriente adoptó un enfoque político que se materializó en la Constitución de Antequera de 1883. Este documento declaraba a Andalucía como “soberana y autónoma” y organizada en “una democracia republicana representativa, y [que] no recibe su poder de ninguna autoridad exterior”.
Ambas corrientes culturales y políticas del andalucismo tuvieron escasos contactos. No fue hasta la Asamblea de Ronda de 1918 que estas tradiciones comenzaron a fusionarse. Liderados por Blas Infante, los andalucistas históricos integraron las tesis culturales y políticas, consolidando un cuerpo ideológico que subrayaba tanto la especificidad cultural de Andalucía como su lucha contra la posición de subalternidad impuesta por España.
Blas Infante, a lo largo de su carrera intelectual y política, se convirtió en la figura central del andalucismo. Infante denunció a España como una "nación cadáver"[2] y abogó por la liberación de Andalucía a través de un movimiento que trascendía los límites de un partido político tradicional. En este sentido, su visión era la de un movimiento social, político, intelectual y pedagógico que luchara por la emancipación de Andalucía. Infante continuó su lucha hasta su fusilamiento por el bando sublevado en agosto de 1936.
Referencias
- ↑ José Carlos Mancha Castro (20 de julio de 2023). «¡Por un nuevo poder andaluz! El andalucismo como proyecto soberanista». El Salto (diario).
- ↑ Infante Pérez, Blas (2020). La Sociedad de las Naciones. Centro de Estudios Andaluces. ISBN 9788412082388.
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